Esta noche al encontrarme sola en mi recámara, mi alma ha sentido la necesidad de alimentarse con un poco de letras libres, que al ser conjugadas forman algo tan hermoso como lo es la poesía. Recurrí entonces al maestro Jaime Sabines, uno de mis poetas mexicanos favoritos.
Comencé a leer alguno de sus poemas, mediante avanzaba mi lectura, me di cuenta como mi alma comenzaba a sentirse atrapada; cada renglón, cada palabra, me regalaba acercaba a aquel mundo que creó Sabines con su poesía. Ahora ya no me sentía sola, pensé en cuantas personas más se estaban transportando en ese mismo momento a ese lugar.
Sin darme cuenta devoré un poema tras otro, y de pronto me encontré con ese que necesitaba para que el momento fuera mágico, esas letras hablaban de aquel ser que se presenta todas las noches para observarnos, aquel ser que me dice que no importa cuan solos estemos siempre tenemos que mantener nuestra luz, para que otros puedan apreciarla.
LA LUNA
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas
AUTOR: JAIME SABINES
Realmente la poesía mexicana es maravillosa, te lleva a lugares inimaginables y le da un sentido diferente a la vida contidiana.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas
AUTOR: JAIME SABINES
Realmente la poesía mexicana es maravillosa, te lleva a lugares inimaginables y le da un sentido diferente a la vida contidiana.
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